viernes, enero 30

...


Recuerdo la arena caer entre tus dedos de gigante, No entiendo cómo pude hacer de ti, amor, mi enemigo. Pactemos una tregua, bebamos de nuestras grietas, construyamos juntos un templo de esperanza que nos enseñe el camino del no enfrentamiento.

Quizá nuestro amor nunca llegue a ser perfecto o infinito, como tampoco lo es el mar, atado por orillas y montañas. Junto al mar, amor, sellemos una tregua! que nos permita respirar, no quiero linyerear más en nuestro fracaso. Esa noche, ese mar y esa brisa atemporal, esa música, ese porro y nada mas. Ven, sa salvame. voy a hundirme lentamente. No cerraré los ojos. no tomare aire y buceare hacia las profundidades. Acabar cuanto antes. Voy a cambiar mi bronceado por el morado de los ahogados. Haré de mis pulmones un acuario. Del que tu y yo, ese día hablamos... En espera de tu mano. esperando un maso de tres sietes que me devuelvan de nuevo a la superficie.

1 comentario:

©Dríada dijo...

¡Hola!

Gracias por pasarte por mi blog. Me gusta el tuyo, lo iré siguiendo. Un abrazo ;)