lunes, febrero 2

Metamorfosis




Una tarde fría en casa de Felipe, bajo el el letargo del cemento endurecido.
luz tenue, música de fondo (Queen) voces por aquí, voces por allá.
sentada en una esquina, mirando por la ventana.
se acerca lucia -estas pálida, te pasa algo?
levanta la cabeza, la mirada desvariada

-a mi? no, no tengo nada...

se acerca Fernanda

-te pasa algo? te veo morada?

con la cabeza baja, sube la mirada

- a mi? no, no me pasa nada, quizás se coló el viento por la ventana. Una nota moribunda se amotina, se hace fuerte y amenaza con hacerla recordar...Empañada la ventana coloca su índice comienza a escribir..

-estas recordando algo? que escribes?
deja de de formar vaho en la ventana

-la mayoría de nuestras vivencias jamás las recordaremos, es como si nunca hubieran existido,
solo un manto de imagenes desordenadas y difusas nos dirán que fue de nuestro pasado. Pero al menos; regresa la mirada a la ventana, me devolverá la felicidad.

Fernanda la toma del cabello y se aleja. Se juntan hasta formar un pequeño circulo, murmuran...
en realidad hay instantes donde ella no recuerda nada. Han pasado tantos años y ella no recuerda lo que paso aquella mañana.
si, fue aquella mañana donde después de perder lo que amaba fue con un doctor...
no! no era doctor fue con un robot; dijo otra.
siii?? durante el día se va... se desprende quizás.
Isabela los mira, se levanta se acerca;
Mirandolos.

-Esa mañana fui con un especialista a borrar mi memoria, esa mañana ustedes lo mencionan...Para mi fortuna o desgracia no se borro por completo. Podemos olvidarnos de casi todo, algo puede fallar, ver formateado nuestro disco duro. Podemos ingerir serpientes interminables, seguir el rastro de ecos reconocibles, voces, palabras grises. Todo puede ir rematadamente mal detrás de nuestra sonrisa nueva, un mero instante inesperado, un detalle silencioso puede arrebatárnoslo todo, amputar nuestro mejor sueño, asesinar una ilusión sincera, alejarnos de lo único que consigue hace sentirnos vivos cada día.

bocabiertos la miran, la escuchan; felipe se acerca al tocadiscos y baja el volumen.

-No se cuento tiempo lleve así, tratando de recodar que paso, no se cuanto durara, el tiempo a duras penas habla nuestro idioma, pero bastará con devolverme un solo fotograma.
Un fotograma de felicidad auténtico que me impulse de nuevo a luchar por el collage completo de la vida que de verdad quiero para mí. Ahora lo sé, no necesito el sol, mientras pueda seguir imaginándolo.
toma su bolso, sube el volumen y se va..

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